miércoles, 11 de mayo de 2011

Por tierras asturianas: Avilés y Luanco

El año pasado estuve en Avilés después de muchos años sin ir por allí. La recordaba como una ciudad gris y cuando llegamos la sorpresa fue mayúscula. Se había transformado en otra ciudad, muy limpia, con las casas rehabilitadas y calles peatonales. Pasamos allí una tarde y nos quedó el gusanillo de volver. Así que con la excusa de la inauguración del Centro Niemeyer y una celebración familiar, decidimos volver a disfrutar del buen ambiente que recordábamos de Avilés.

Tuvimos mucha suerte de tener una mañana espléndida de primavera y lo primero que hicimos fue pasear por las calles del casco antiguo. Recorrimos una buena parte de sus callejuelas, llenas ya de terrazas y decidimos sentarnos en una de ellas a tomar el aperitivo.


Desde luego, esta ciudad supo sacarse partido y apostó fuerte por la arquitectura, tanto la tradicional asturiana, escondida tras el salitre durante años y años; y la más actual, con la reciente inauguración del Centro Niemeyer. Y entre charla y paseo, llegó la hora de comer. Nosotros nos decidimos por Casa Lin, una sidrería tradicional donde no solo te echan la sidra, si no que además están pendiente de cuándo necesitas “otru culín”. Y por si fuera poco, con la siempre buena compañía de la sidra, puedes disfrutar de pescados y mariscos fresquísimos.


Después de la comida, aprovechando el buen tiempo, dimos otro paseo por el casco antiguo y tomamos el café en otra terraza. Hay un montón de rincones y callejuelas que merece la pena descubrir y por las que es muy recomendable perderse.


Ya por la tarde, nos acercamos dando un paseo hasta el Centro Niemeyer. Está muy cerca del restaurante y de todo el casco antiguo. El paseo al lado de la ría lo arreglaron hace ya unos años y resulta muy agradable, a lo largo del paseo hay una exposición fotográfica en la que se puede apreciar el cambio que sufrió el puerto en las últimas décadas. Algo diferente sí que está, ¿verdad?

Y por fin llegamos, al Centro Niemeyer, blanco, reluciente e imponente, se ve desde cualquier parte de la ría. El Centro, aunque inaugurado, todavía no disponía de exposiciones, aunque en su web se anuncia ya un amplio programa de música, danza, cine, fotografía... El Centro también quiere ser un referente de la gastronomía asturiana y para ello cuenta con varios espacios regentados por la familia Morán, propietarios de Casa Gerardo (una estrella Michelín), desde luego, un referente de lujo para decidirse a probar sus propuestas.


Me encantó el espacio que se crea entre los tres edificios que componen el Centro y la ría; había un montón de gente paseando, haciendo ejercicio y contemplando los edificios. Estoy segura de que el Centro Niemeyer dará mucha vida a la ciudad, no hay más que ver la cantidad de personalidades que atrajo durante su construcción (Woody Allen y Kevin Spacey, que vinieron a inaugurarlo; Brad Pitt..., entre otros), para imaginar todo lo que supondrá una vez inaugurado. En definitiva, os recomendamos que descubráis o redescubráis Avilés y todo lo que tiene que ofrecer. 

Una excursión: Luanco
Si aún tenéis tiempo, a solo 14 kilómetros de Avilés se encuentra esta villa marinera próxima también al Cabo Peñas. Durante el invierno, se queda algo más vacía y solo encontrarás a las gentes autóctonas del lugar, pero durante la Semana Santa y, especialmente en el verano, se convierte en un pueblo muy animado y con muchas ofertas de ocio.

Nuestro paseo comenzó junto a la playa de La Ribera, aunque no es apta para el baño, en ella se organiza el Torneo de Tenis Playa cada verano, destacan los edificios con ventanales de madera construidos casi en la propia roca y que se mantienen impertérritos pese a las inclemencias del tiempo y a la bravura del mar Cantábrico. Subiendo la calle, llegamos a la Torre del Reloj, según dicen fue utilizada como cárcel primero y luego como almacén, pero desde hace años solo marca las horas y sirve como punto de encuentro cada fin de año para comer las uvas y brindar por un nuevo año. Caminando un poquito más llegamos a la Plaza de la Baragaña, una hermosa plaza rodeada de casas típicamente asturianas, de madera y con grandes galerías blancas, que se han rehabilitado y se han transformado en hotelitos modestos con bastante gracia.



Al llegar al puerto y ver que era un lugar muy animado, decidimos hacer un alto en el camino. Hay varios sitios en los que detenerse dependiendo de los gustos de cada uno: un café o una copa en el café El Puerto, una sidrina y unas sardinas en dos chigres típicamente asturianos, El Muelle y La Rula. Y si se quiere algo más peripuesto, tienes la terraza del Gernika, donde también se come fenomenal.


La segunda parte del paseo, transcurrió junto a la iglesia de Santa María y su cabildo, el Palacio de Mariano Suárez Pola (muy bonito, pero abandonado y prácticamente en ruinas) y a lo largo de la Playa de Luanco y el Gayo, donde en la actualidad se está construyendo un puerto marítimo en el que dejar las barquitas y embarcaciones de recreo.

Finalizado nuestro paseo, no pudimos resistirnos a comernos un delicioso helado en una de las tres heladerías Hermanos Helio del pueblo. No tengo palabras, simplemente probádlos (turrón, mantecado, chocolate fondant...).  Para los más golosos, un secreto: los más grandes los ponen en la calle Ramón Pérez de Ayala, junto a la Plaza de Cristal, y  a última hora de la tarde suelen formarse colas para comprar uno de sus helados.

Y ya de vuelta, nos pasamos por la animada calle Ortega y Gasset, llena de restaurantes, vinotecas y cafés. Se hacía tarde y estábamos algo cansados, así que decidimos dejarlo para nuestra próxima visita a tierras asturianas.

3 comentarios:

  1. Muy buenas descripciones. Dos sitios que conozco bastante y me dan ganas de pasarme mañana mismo a visitarlos. Me apunto especialmente el centro Niemeyer, y como no "Casa Lin" para tomar unes sidrines y comer un buen pesacado.

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  2. Muchas gracias por vuestra reseña. Nos ha gustado mucho. Esperamos que regreséis por aquí. Saludos cordiales,

    José Antonio Álvarez Menéndez
    Gerente de Comarca Avilés Turismo
    c/ Ruiz Gómez, 21 - 33402 Avilés - Asturias
    Teléfono 985 93 90 12 - Fax 985 93 90 11
    www.avilescomarca.info - gerente@avilescomarca.info

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  3. Respeto a los helados, te perdiste en aviles, uno de los mejores helados, es una heladeria nueva,helados italianos artesanos de verdad. Inmejorables!!!!!!!!!! Esta en la calle ruiz perez( la misma de la oficina de turismo) la proxima vez acercate y nos comentas. No te van a dececionar!!!!!

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