domingo, 8 de mayo de 2011

Hotel rural Sant Ignasi



En mi viaje a Menorca elegí esta gran casa señorial del siglo XVIII como mi lugar de descanso. Se trata de un hotel acogedor y pequeño, con solo veinticinco habitaciones, situado en pleno campo y rodeado de una extensa finca llena de alcornoques, encinas, palmeras y pavos reales. Otro de sus atractivos es que está muy próximo a las más bellas calas de la isla, Cala Macarella, Cala Macarelleta y Cala en Turqueta y cerca de Ciudadela, lo que nos permitía acercarnos por las noches a cenar y a dar un paseo por sus animadas calles, después de un intenso día de sol y playa.

Nosotros nos alojamos en una habitación doble de la planta baja, era amplia y cómoda. Tenía una pequeña zona ajardinada enterita para nosotros y, lo que es aún mejor, daba a la parte posterior del hotel, por lo que se veía campo por todas partes. Cada habitación está decorada de un modo distinto, predomina un estilo rústico, pero sin resultar demasiado pesado, con suelos de barro, piezas de madera bien elegidas y telas coloridas. El baño también era cómodo, aunque recuerdo que al encender la luz se conectaba un ventilador que producía un ruido un poco molesto. Las amenities eran escasas para un hotel de cuatro estrellas.

 

Las zonas comunes del hotel eran muy agradables y, al ser un hotelito pequeño, podías disfrutar de ellas tranquilamente y sin agobios. A veces, cansados de la playa y la arena volvíamos a última hora para zambullirnos en la piscina y relajarnos en una tumbona leyendo un poco o charlando. Para los amantes del deporte, el hotel dispone de pistas de tenis y pádel y también organizan rutas a caballo por la finca. 

El desayuno lo servían en el jardín exterior, las mesas y las sillas eran madera de teca y estaban bien vestidas. Era un desayuno correcto (croissants, fiambres, fruta fresca, yogures, té, café, etc.). Los camareros te ponían el café o aquello que quisieras de cocina y el resto lo podías coger de unas mesitas y neveras que había en la zona central. Esta misma zona ajardinada era utilizada también como restaurante a mediodía y por la noche.

El restaurante está abierto al público y es bastante conocido en la isla, de hecho se veía bastante movimiento de gente de fuera que venía a comer y a cenar. Nosotros comimos un día un arrocito, que estaba bastante rico y también nos quedamos a cenar otra noche. Estuvo bastante bien, muy romántico con velitas y demás, aunque aquella noche nos amenizó una cantante al piano. Así que si no os entusiasma que os canten a la luz de las velas, preguntad antes de reservar!

 

En resumen, si buscáis un hotel en el que pasar unos días de descanso en la preciosa Menorca, alejados del bullicio y la masificación, este es un buen lugar. Quizás sea un pelín caro, pero a veces tienen algunas ofertas que resultan bastante interesantes.

Precio habitación doble en temporada alta: 275 euros.

Hotel rural Sant Ignasi
Carretera Cala Morell
Ciutadella de Menorca
Tel. 971 38 55 75

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