jueves, 21 de abril de 2011

The Royal Park


Dicen que Londres es una de las ciudades más caras del mundo y que encontrar un hotel de calidad a buen precio es casi misión imposible. En mi último viaje a Londres me alojé en este hotel y, sin duda alguna, fue una gran elección. Se encuentra en la confluencia del barrio de Kensington y el comienzo de Bayswater, a un paso de la zona noroeste de Hyde Park, muy cerca de Kensington Palace y del Royal Albert Hall, y a unos 10-15 minutos a pie del archiconocido Notting Hill. Nosotros llegamos un domingo por la mañana y aprovechamos para acercarnos dando un paseo hasta el mercadillo que se celebra en Portobello Road.

El hotel se encuentra situado en una tranquila calle, en una hilera de impolutas casas blancas de mediados siglo XIX de estilo georgiano. Toda una clásica casa londinense. Es un hotel boutique decorado al más puro estilo británico, camas con dosel, muebles de caoba, telas en tonos verdes, azules, todo con mucho gusto y elegancia, y sin caer en el exceso. Solo dispone de 48 habitaciones, una pequeña recepción, un saloncito donde descansar y tomarte algo antes de retirarte a dormir y un jardín en el que tomar el aire, si el tiempo te lo permite.


La particularidad de este hotel es que no dispone de una sala de desayunos. Para mí, lejos de ser un problema, fue toda una ventaja. Cada día rellenabas un cuestionario con lo que querías desayunar y a la mañana siguiente puntualmente te traían el desayuno a la habitación. Un gustazo. El desayuno es abundante, rico y bien presentado (la fruta había que pagarla aparte).
Elegimos una habitación doble clásica, daba a una especie de patio privado, muy tranquilo, creo que se llaman mews, y que son de lo más solicitado. La habitación era amplia y acogedora. Todo un detalle las sábanas de algodón y las almohadas de calidad. El baño en tonos blancos estaba impecable y perfectamente equipado, aunque en este caso el secador no era tan potente como el del Astoria 7 de San Sebastián.                                        



Por si todo esto no fuera suficiente, el personal del hotel era majísimo y dos de los recepcionistas eran españoles, así que para el que no domine muy bien el inglés esto facilita aún más las cosas. Te recomendaban lugares secretos, te ayudaban a reservar restaurantes, resolvían todas tus dudas y siempre estaban dispuestos a ayudarte. Recuerdo que un día llovía a mares y nos prestaron amablemente un par de paraguas. Gracias a ellos sobrevivimos a aquel día y no acabamos empapados.

En resumen, un hotel para sentirte como un auténtico londinense, la joya de la corona: céntrico, elegante e íntimo. Para volver una y otra vez.

Precio: desde 180 libras.
The Royal Park
3 Westbourne Terrace
Lancaster Gate, Hyde Park
London W2 3UL
www.theroyalpark.com


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