lunes, 12 de diciembre de 2011

Vintage Lounge

Hacía tiempo que un restaurante no nos sorprendía tan gratamente. Vintage Lounge se encuentra en un semisótano en plena Castellana, ¿pero nadie lo diría verdad? Las contraventanas de madera blanca que recorren una de sus paredes simulan la luz natural que entraría por ellas en los distintos momentos del día. Así, si a mediodía tienen la luz resplandeciente que veis en las fotos, a medida que avanza la tarde la luz se va haciendo más tenue y toman más protagonismo las luces indirectas que se reflejan en los espejos que copan columnas y paredes y dan al restaurante un aspecto más acogedor. 


Nada más llegar nos llamó la atención la entrada del restaurante. El aspecto exterior es más de un local nocturno un pelín trasnochado. Sin embargo, el interior resulta sorprendente, te encuentras un local decorado con mucho gusto que dispone de una zona de coctelería con mesas altas y alguna baja de butacas tapizadas igual que las del resto del restaurante. Esta zona se mantiene abierta desde la 1 y media de la tarde hasta las 2 y media de la madrugada, de manera que te puedes tomar un cóctel antes de la comida o cena o una copa después y alargar la sobremesa. Las sillas se prestan, además, a charlar y disfrutar de una larga estancia porque además de bonitas, resultan muy cómodas. 

 

Otro detalle destacable es que tienen una especie de minipercheros junto a las mesas para que puedas dejar el bolso, las chaquetas o bufandas y no te molesten en el respaldo de la silla.

Además de ser muy muy agradable, la amabilidad exquisita de su personal y la calidad de la comida completan la rueda de este restaurante del que salimos encantados. Para empezar, nos pusieron un aceite de Jaén que mezclaba las variedades royal y picual, acompañado de sales Soso a elegir. Escogimos una de higo y otra de azafrán, las dos estaban buenísimas, pero la de azafrán nos sorprendió particularmente. Nos contaron, además, que la aceituna royal era una variedad muy poco frecuente que se estaba recuperando y con bastante éxito creemos.

Después, nos deleitaron con una mouse de bogavante y esencia de crustáceos como aperitivo de la casa, exquisito, no podemos decir otra cosa, la textura era perfecta y la intensidad de los sabores increíble. 

De primero, estábamos un poco típicos y pedimos unas patatas bravas Vintage y un par de croquetas suaves de carabineros. Las croquetas venían acompañadas de una salsa americana que les daba un toque perfecto a unas croquetas con un rebozado muy fino y un sabor intenso a carabineros. 

De segundo, pedimos steak tartare y jarrete glaseado de cordero con puré de patata, pan de romescu y cebollitas al Oporto. El steak tartare estaba muy bien cortado, el sabor perfecto y el punto de picante estupendo conseguido sin el tabasco tradicional. El jarrete glaseado, muy tierno, conseguía con la mezcla de todos los ingredientes del plato un sabor delicioso. 

Y de postre, tomamos una tarta de zanahoria con un par de cafés con leche, que estaba también riquísima y aunque la ración era un poco menos abundante que la de los platos principales, se compensó con un vino dulce al que nos invitaron. Se trata de un Vi de Glass, un vino del Penedés fermentado a baja temperatura, Gewurztraminer 100%. Un descubrimiento.

Para acompañar la comida elegimos un vino del que ya os hablamos, el Petit Hipperia y es que nos sorprendió muy gratamente una carta de vinos muy variada, con denominaciones distintas, muy buscadas y especiales que refleja perfectamente las pretensiones del restaurante. Después, investigando un poco sobre el restaurante, descubrimos que Carmen González, que está al frente de la sala, fue elegida mejor Sumiller de Madrid en 2010. 

Y es que no me diréis que no es especial este rincón que se puede reservar para probar el menú degustación, ¿verdad?


Precio medio 50€ (con vino)
Vintage Lounge
Castellana, 56
28045 Madrid
Tel. 91 564 50 27

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