lunes, 12 de septiembre de 2011

Restautante El Capricho

Hay un lugar en Jiménez de Jamuz (León) que no podéis dejar de visitar si sois amantes de la buena carne. Se trata de la Bodega El Capricho




Jiménez de Jamuz es un pueblo típico castellano parecido a todos los de la zona con sus bodegas subterráneas, convertidas muchas de ellas en restaurantes. La verdad es que en la mayoría se come fenomenal, pero El Capricho es visita obligada si lo que se busca es comer una carne de primera calidad. Tanto es así, que está recomendada entre los diez mejores sitios del mundo para comer carne de buey, y lo entiendes cuando ves llegar al dueño del restaurante que viene a enseñarte el pedazo de chuletón que te van preparar. Fijaros en los que tiene entre manos... Por cierto, un detalle que nos llamó la atención es que una vez cocinado el chuletón, el mismo José Gordón, dueño del restaurante, te lo prepara en una tabla junto a tu mesa.


Llegamos al restaurante y estuvimos tomando un vino de la zona en la terraza, que es muy agradable, mientras echábamos un vistazo a las reseñas que aparecían en un montón de publicaciones de todas partes del mundo y hacíamos tiempo para comer. 




Cuando decidimos pasar a comer, nos acompañaron entre las mesas de la cueva hasta llegar a la nuestra, casi al final. Fue una suerte porque estábamos junto a una estancia con una chimenea enorme y una lámpara espectacular, donde debe de ser una maravilla comer en invierno cuando encienden la chimenea. 

Algo que me gustó del restaurante, respecto a otras cuevas de la zona es que cada mesa está en un hueco de la piedra y resulta muy íntimo. Las mesas son de madera y salvo más reseñas del restaurante en prensa, pocos más detalles decoran la cueva, que ya de por sí, confiere personalidad al restaurante. 

La carta es amplia y en general de comida tradicional castellana. Entre los entrantes, abundan los embutidos, creo que la cecina está realmente buena; las tortillas (la tortilla guisada es muy típica de la zona); las setas y los platos de cuchara. Y entre los segundos platos, aunque tienen pescados, la estrella es la carne. 


Había un montón de cosas que nos apetecía probar, así que nos dejamos recomendar por el camarero, que nos aconsejó fenomenal. Empezamos compartiendo unos boletus con foie, riquísimos; y continuamos con una picaña y solomillo de buey. Nunca habíamos probado la picaña y nos la recomendaron por ser una pieza muy sabrosa, y tengo que decir que así fue, nos gustó mucho. Y del solomillo, qué puedo decir, que estaba tremendamente tierno y sabroso. Un espectáculo. Para acompañarlo, nos recomendaron un Dominio de Tares, cepas viejas 2007, un vino con una relación calidad precio estupenda que acompaña perfectamente a la carne. Y como colofón, pedimos un postre variado en el que pudimos probar leche frita, tarta de queso, flan, tarta de tres chocolates y arroz con leche. Todos los postres eran caseros y estaban deliciosos. 

Como veis, nosotros no probamos el chuletón porque nos pareció demasiada carne para nosotros dos que no somos de mucho comer (pesaban en torno a 1,300-1,500 kg), pero nos quedamos con la gana de volver con amigos a probar otras muchas cosas. El chico que nos atendió nos contó además que en temporada de setas, preparaban platos espectaculares. Dicen que siempre hay que dejar algo por hacer para poder volver a un sitio, ¿no? Pues nosotros lo dejamos a propósito. Volveremos sin duda.

Precio medio: 45€ (con vino)

Bodega El Capricho
Paraje de la Vega, s/n
24767 Jiménez de Lamuz
León
Teléfono: 987664227

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