Para
celebrar cada estación del año, porque todo hay que celebrarlo..., nos gusta
acercarnos a comer a Montia, y no hay ocasión en la que no salgamos
maravillados. Tenemos este rito estacional porque la oferta del restaurante,
puesto que no hay carta, solo un menú cerrado, cambia en función de los
productos de temporada. A nosotros, nos fascina el momento de sentarnos a comer
en su acogedora sala presidida por la chimenea y que nos sorprendan plato tras
plato, con sus nuevas ocurrencias.