lunes, 11 de junio de 2012

Edulis

Llevaba unos días buscando un lugar especial al que ir a cenar con mi chico y después de barajar varias opciones, me decidí por hacer una reserva en Edulis. Desde luego fue todo un acierto, ya que pasamos una velada de lo más agradable y cenamos como nunca.

El restaurante tiene una decoración moderna y clásica, minimalista y acogedora. Se divide en tres grandes ambientes: a la entrada una zona de barra en la que se puede comer a base de raciones o tomar una copa. A continuación, un comedor principal presidido por una bodega acristalada y por un llamativo tríptico al que se superponen unas letras de neón con el nombre del restaurante. En estas dos zonas el color por antonomasia es el gris antracita que contrasta con la mantelería blanca.




El otro pequeño gran ambiente es un patio cubierto con un jardín vertical, que recuerda al del Cheese Bar del que ya os hablamos en otra ocasión. Aquí la luz es más blanca y se respira una atmósfera nórdica en lo que a decoración se refiere.



Aunque llevábamos la carta analizada, nos costó decidirnos, ya que nos apetecía todo. Finalmente, como muchos de los platos se ofrecen en medias raciones o raciones, de entrantes pedimos chipirones a la parrilla con pisto manchego y huevos escalfados con boletus edulis, trufa y espuma de patata. Ambos platos estaban exquisitos, pero los huevos escalfados fueron excepcionales. Son un clásico de la casa que no os podéis perder.

Como platos principales nos decantamos por el atún con chutney de piña y el rabo de toro con puré de melón de Cantalupe. También estaban buenísimos, pero si tuviera que elegir..., me quedaría con el rabo de toro, de sabor intenso, pero suave y extremadamente jugoso. El atún estaba rico, aunque lo sirven prácticamente crudo, tenedlo en cuenta si no os gusta así. Quizás deberían preguntar en qué punto nos gusta, igual que se hace con la carne. Acompañamos la comida con un vino de Madrid que no conocíamos, Val Azul, muy en la línea del también madrileño El Regajal.


De postre no pudimos decir que no a un cremoso café y a la tarta fina de manzana. Se notaba que era casera y no de hojaldre precocinado. Y la noche no podía terminar sin probar uno de sus Gin tonics. Os recomiendo el combinado de Monkey 47, con tónica Fentimans y un par de rodajas de pomelo.

En resumen, una noche perfecta. Buena comida, buen ambiente y buena atención. ¿Qué más se puede pedir?

Precio medio: 60 euros por persona (con vino, copas de Gin tonic aparte).

Edulis
Velázquez, 11
Madrid
http://www.restauranteedulis.es/
91.220.75.19

4 comentarios:

  1. ES Estupendo, caro, pero estupendo. Me parece 10 para ir con pareja.

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  2. Me alegra que seamos de la misma opinión! Gracias por seguirnos.

    Un abrazo!

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  3. Nos gustó, pero no tanto. Y me explico. No conseguimos ponernos de acuerdo para pedir el menú degustación, así que optamos por compartir los entrantes y escoger cada uno el plato principal. Compartimos los huevos escalfados, muy buenos de sabor pero extraños en la presentación (plato hondo cubierto de espuma y al fondo los huevos y algunas setas) y el pulpo con patatas revolconas (nuevamente plato hondo cubierto de un puré de patatas, rico y fino, pero con poco pulpo). Cada uno tomó una flor de calabacín en tempura rellena. Estaba muy suave pero personalmente me hubiera gustado apreciar más la propia verdura. Después vinieron la merluza, el rape, la lubina, la carrillada de cerdo y el lomo de vaca, lo que más me gustó, en su punto. De postre nos tiramos todos a por la tarta de manzana y aunque estaba buena, no ha sido la mejor.

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  4. Nos ha encantado tu análisis exhaustivo y constructivo. Muchas gracias por tu compartirlo con nosotras!

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