lunes, 2 de abril de 2012

Comer en Marrakech

Como ya os comentamos en la entrada Tres días en Marrakech, la ciudad nos gustó y sorprendió a partes iguales. Y su comida no podía ser menos. Qué bueno está todo y qué sitios tan agradables encontramos tanto para parar a mediodía a tomar un tentempié como para cenar de película. Llevabamos algunos sitios seleccionados, y Dominique, la dueña de Riad dar More donde nos alojamos, nos ayudó con algunas recomendaciones excelentes. 

Para comer a medio día

Riad dar Cherifa
Escondido en callejuelas estrechas y con pocas señales que nos ayuden a llegar a su puerta, si lográis dar con este Riad, podéis disfrutar de unas terrazas tanto la interior como la exterior, preciosas. Además, la comida es variada, de calidad y a un precio muy razonable. 




Un dejener à Marrakech
En esta estupenda terraza disfrutamos también de un tentempie, una ensalada para compartir y un par de platos de tagine seguidos de un par de tés. Se encuentra situado en una pequeña plazoleta con un par de terrazas en la calle, aunque sin lugar a dudas las vistas de la terraza en la parte superior, merecen la pena.


Terrasse des épices
Muy cerca del famoso Café des épices, esta terraza tiene un aire mucho más moderno y actual, pero la comida no es tan buena como en cualquiera de las otras dos. Sin embargo, el ambiente que aportan los turistas llegados de todas partes del mundo hace de esta terraza un sitio agradable para hacer una parada y reponer fuerzas con un cuscús y un té a la menta.




Para cenar
La Maison Arabe
Dominique del Riad dar More nos recomendó este sitio y sin duda fue un gran acierto. Una mesa junto a la piscina, una muy buena atención y una comida increíble hicieron de esta cena una de las más especiales en Marrakech. De primero tomamos un variado de ensaladas marroquís, a cuál mejor y detrás un cuscús y un tagine para compartir. Todo estaba delicioso y no me negaréis que el sitio es precioso. Un imprescindible.






Amaia
Amaia es el restaurante más moderno en el que comimos en Marrakech. Está ubicado en la zona nueva de la ciudad y bien merece la pena acercarse hasta allí. El restaurador Eric Garrozo es bien conocido en Marrakech, su última empresa Amaia es una pequeña joya. Situado en el centro de Guiliez en el II Bd Hassan al sur de su intersección con la avenida Mohamed V y con aspecto de una cafetería modesta da pocas pistas en cuanto a la calidad de su comida. Una mezcla de comida tradicional y cocina occidental sorprenden después de tantos días de cuscús y tagines.





Riad dar Moha
Aunque de aspecto más clásico, el Riad dar Moha es sin duda el mejor restaurante de todos los que probamos. Tomamos el menú degustación que comenzaba con 14 ensaladas marroquís y continuaba con una Pastilla a elegir, nosotros tomamos Pastilla de pigeon a la cannelle y Serpertin de legumes. A continuación, un tagine a elegir y una degustación de Cuscús vegetariano cerraban un más que abundante menú, aunque no sin antes deleitarnos con una deliciosa tarta. Todo estaba buenísimo, incluso el vino que elegimos, resultó un diez, a pesar de que los vinos marroquís no nos habían entusiasmado demasiado.





Y si después de caminar por la ciudad y descubrir lugares increíbles, queréis hacer un alto en el camino, no dejéis de hacerlo en Kosybar, uno de los pocos lugares dentro de la mezquita donde podréis tomar una cerveza o cualquier tipo de alcohol. Frecuentado por locales y turistas, resulta un punto y final estupendo para un día agotador. No me digáis que la vista no merece la pena...


Y si os apetece daros un homenaje, no dejéis de visitar La Mamounia. Un impresionante palacio rehabilitado que no os dejará indiferentes. Es precioso, podéis visitar las zonas comunes y el jardín y cenar o tomaros una copa en un impresionante salón con música en directo. Eso sí, los mojitos que pedimos no eran nada del otro mundo, pero resulta un broche inmejorable para esta magnífica ciudad.



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