Si hay
una receta que no me canso de dar a todos los que conozco y que hago en casa
con mucha frecuencia son los tan versionados y maltratados espagueti carbonara.
Soy gran amante de la cocina italiana por su simplicidad, el gusto los alimentos
naturales y porque a mí me transmite una forma de entender la vida, y me da
pena ver cómo, al expandirse por el mundo, ha perdido su esencia y se ha
llenado de salsas, natas, quesos y un sin fin de productos artificiales que son
lo opuesto a su esencia. Pues bien, aquí tenéis la receta original. Es tan
fácil y tan rica que no entenderéis por qué se destroza de tal forma.
Se cree que es una receta originaria de la
zona de Roma, pero se popularizó enormemente desde los años 50 debido a las
migraciones que se produjeron dentro de la península itálica. Por esta razón,
hay cientos de versiones: se pueden preparar con aceite o con mantequilla; con guanciale
(una chancina italiana que suele estar hecha con careta de cerdo) o con panceta
ahumada; con pecorino o parmesano... Yo los hago con panceta y le quito la
grasa porque me parece más sabrosa y tiene más carne; parmesano y, por
supuesto, con aceite de oliva virgen extra.