El blog de menycia: Túnel del Hada

En pleno Valle del Jerte, entre cerezos y en una antigua casa tradicional rehabilitada, podéis encontrar este encantador hotel y restaurante. Nosotros no nos alojamos en el hotel, pero nos detuvimos a probar su cocina de autor.

Aunque veáis unos tímidos rayos de sol, el tiempo no acompañaba para disfrutar de la terraza, pero tiene una pinta magnífica para el verano.

Aunque siempre podéis tomaros el aperitivo o un vino antes de la cena en su terraza acristalada.

El restaurante se divide en dos partes, una con más luz situada junto a los ventanales que se asoman a la terraza acristalada y otra limitada por una antigua pared conservada, sin luz natural pero muy acogedor. Cuando llegamos el restaurante estaba todavía vacío y nosotros elegimos esta zona. En esta zona se combinan las mesas redondas y cuadradas y las sillas no son idénticas en todas las mesas, aunque sí del mismo estilo.

Y por fin, llegó la hora de comer. De primero, elegimos unas verduras salteadas sobre caramelo de pimentón, espuma de jamón y huevo de corral del Jerte. Estaba bueno pero le faltaba un puntito de sabor a las verduras del caramelo de pimentón y de la espuma de jamón. De segundo, elegimos magret de pato sobre crema de manzana reineta y salsa de cerezas del Jerte y solomillo de retinto con torta del Casar sobre crema de hongos y cilindro de membrillo de nuestro jardín. En ambos casos, estaba buenísimo. El pato estaba en un punto exquisito y los sabores dulces que lo acompañaban combinaban perfectamente.

En cuanto al solomillo de retinto, estaba increíble. El tamaño era considerable, el punto perfecto y el sabor de la carne perfecto. La cantidad de queso que acompañaba la carne era lo suficiente para que no restara sabor a la carne pero aportaba un toque delicioso al plato.

Como acompañamiento, tomamos media botella de Habla del Silencio, un vino extremeño que nos encanta y que fue un maridaje perfecto para nuestra comida.